En el mundo de las inversiones, existe una gran variedad de estrategias diseñadas para optimizar el rendimiento y gestionar el riesgo de la mejor manera. Sin embargo, muchas veces, los inversores se sienten abrumados por la cantidad de información técnica y conceptos complejos.
Hoy presentamos la regla de “100 menos tu edad”, un principio simple pero efectivo que puede ayudar a los inversores – especialmente aquellos que se inician en el mundo de las finanzas-, a construir un portafolio saludable y equilibrado. En este artículo te contamos de qué se trata esta original esta regla, sus ventajas y limitaciones, y cómo aplicar este y otros principios para aprovechar el poder del interés compuesto y disfrutar los beneficios de invertir a largo plazo.
¿Qué es la regla de “100 menos tu edad”?
Tal como indica su nombre, la regla de “100 menos tu edad” sugiere que al restar tu edad actual a 100, el resultado será el porcentaje que deberías tener invertido en acciones en tu portafolio de inversiones, mientras que el resto debería estar en activos más conservadores, como bonos o fondos comunes de inversión. Por ejemplo, si tienes 30 años, la regla indica que deberías tener un 70% de tus inversiones en acciones y un 30% en bonos. Si tienes 60, tu portafolio debería ser más conservador, con un 40% en acciones y un 60% en bonos.
El principio detrás de esta regla es simple: a medida que envejecemos y nos acercamos a la etapa del retiro, es necesario reducir el riesgo de las inversiones. Las acciones, aunque más volátiles en el corto plazo, tienden a generar mayores rendimientos a largo plazo. En cambio, los bonos suelen ofrecer mayor estabilidad, pero con rendimientos más bajos. Por lo tanto, según postula esta regla, es recomendable que los jóvenes mantengan una mayor proporción de acciones en su portafolio, mientras que los adultos mayores deben priorizar la seguridad y estabilidad.
Por supuesto, esta regla es solo una de la tantas que existen en el mundo de las finanzas. Cabe aclarar que toda estrategia siempre dependerá del perfil de riesgo de quien invierte. Por más joven que sea el inversor, si su tolerancia al riesgo es baja, lo mejor será elegir alternativas más conservadoras. Lo mismo sucede con inversores añosos, que tal vez gustan del riesgo y están dispuestos a tolerar variaciones en su cuenta a cambio de retornos más jugosos.
Ventajas de la regla de “100 menos tu edad”
Una de las mayores ventajas de la regla de “100 menos tu edad” es su simplicidad. Para aplicarla no se necesitan conocimientos financieros avanzados, lo que la convierte en una herramienta accesible para cualquier inversor. Es un buen punto de partida para quienes desean equilibrar riesgo y rendimiento sin demasiadas complicaciones.
Por otra parte, la regla ajusta automáticamente el nivel de riesgo a medida que envejecemos, protegiendo nuestros ahorros cuando más los necesitamos. En la etapa previa a la jubilación, la estabilidad financiera cobra más relevancia que el crecimiento agresivo del capital.
Por último, este principio también fomenta una mentalidad de largo plazo, lo cual es esencial para obtener rendimientos sostenibles. Las inversiones en acciones, aunque más volátiles, suelen generar mayores rendimientos si se mantienen durante varios años.
Limitaciones y adaptaciones de la regla
Aunque la regla de “100 menos tu edad” es un buen punto de partida, tiene ciertas limitaciones que conviene tener en cuenta. Por un lado, la esperanza de vida. Dado que la misma viene aumentando considerablemente, algunos expertos recomiendan ajustar la fórmula a “110 menos tu edad” o incluso “120 menos tu edad”. Esto permitiría mantener una mayor exposición a las acciones por más tiempo, aprovechando el potencial de crecimiento.
Asimismo y como mencionamos anteriormente, hay que recordar que esta regla no tiene en cuenta otros elementos clave, como la tolerancia personal al riesgo, los ingresos adicionales o las metas financieras específicas. Es por esto que resulta crucial que cada inversor ajuste su estrategia según su situación particular y no se limite solo a esta fórmula.
Invertir desde una edad temprana para aprovechar el poder del interés compuesto
Si algo nos muestra la regla del “100 menos tu edad” es que cuanto antes comencemos a invertir, mayores las probabilidades de ganancia. Uno de los mayores beneficios de comenzar a invertir cuanto antes es el poder del interés compuesto. Este concepto es clave para cualquier estrategia de inversión a largo plazo: los rendimientos generados por tus inversiones se reinvierten y, con el tiempo, generan más rendimientos. Cuanto más tiempo esté tu dinero invertido, mayor será el efecto acumulativo del interés compuesto.
Conocé acá las diferencias entre interés simple y compuesto.
Por ejemplo, si una persona empieza a invertir a los 25 años en lugar de a los 35, la diferencia en el crecimiento de su capital puede ser significativa, incluso si el monto inicial es el mismo. La clave está en dar tiempo al dinero para que crezca. En Central de Fondos, siempre destacamos la importancia de comenzar lo antes posible, ya que esto te permite aprovechar al máximo este efecto, generando un impacto positivo a largo plazo.
Estrategia a largo plazo y diversificación: no pongas todos los huevos en la misma canasta
Otra regla fundamental en el mundo de las inversiones es la diversificación. En otras palabras: nunca poner todos los huevos en la misma canasta. Diversificar significa repartir tus inversiones entre distintos tipos de activos (acciones, bonos, bienes raíces, entre otros) para reducir el riesgo. De esta manera, si un tipo de inversión tiene un mal rendimiento, los otros activos pueden compensar las pérdidas.
Además, contar con una estrategia de largo plazo implica tener constancia, disciplina y no reaccionar de manera impulsiva ante la volatilidad del mercado. En lugar de vender tus activos cuando los precios bajan, hay que mantener la calma y recordar que, históricamente, los mercados tienden a recuperarse con el tiempo. La paciencia es una virtud clave para los inversores exitosos, y Central de Fondos ofrece las herramientas necesarias para que puedas mantener el rumbo y lograr tus objetivos financieros.
Central de Fondos: tu aliado en materia financiera
En conclusión, la regla de “100 menos tu edad” es una estrategia útil para quienes buscan una forma sencilla de equilibrar riesgo y rendimiento a lo largo de su vida. Sin embargo, es importante complementar con otros principios financieros sólidos, como la diversificación y el poder del interés compuesto. Invertir desde una edad temprana y mantener una visión de largo plazo te permitirá maximizar los beneficios de tus inversiones.
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