Este martes el Banco Central (BCRA), conducido por Federico Sturzenegger, decidió una reducción en su tasa de política monetaria en 75 puntos básicos hasta dejarla en 27,25%.
Si se considera el recorte de igual magnitud hace dos semanas, la entidad completa una reducción de 150 puntos básicos en su tasa de interés desde el recambio de metas inflacionarias.
La decisión no sorprendió al mercado, ya que el presidente del BCRA el lunes había adelantado en conferencia de prensa: “las tasas aún siguen siendo altas y hay espacio para reducirlas”.
Con respecto al por qué de la decisión, el comunicado explica que “la política monetaria incrementó significativamente su sesgo contractivo a partir del segundo trimestre del año pasado, a través tanto de subas de la tasa de política monetaria como de la operatoria en el mercado secundario de LEBAC”.
Al mismo tiempo, sobre por qué no se cumplieron las metas impuestas para el 2017, el Central dice que se partió de niveles de inflación más altos que el esperado por el desvío acumulado en la primera parte del año. Y por ello la tasa de inflación quedó por encima de la meta fijada para 2017.
Respecto a las nuevas metas de 2018, el BCRA considera que “el ritmo de desinflación de cara a 2018 se ve beneficiada por condiciones iniciales más favorables que las de 2017.
En este contexto de nuevas metas y una proyección de precios regulados más moderada, si bien los indicadores de alta frecuencia presentan signos mixtos, la entidad monetaria considera que el sesgo contractivo actual de la política monetaria es aún algo elevado”.
Cómo viene expresando desde que las metas fueron ajustadas, el Banco Central comunicó que será cauteloso en la adecuación de la política monetaria al nuevo sendero de desinflación, siempre buscando que el camino sea compatible con la trayectoria buscada, no superar el 15% de inflación en 2018.
