En tiempos de inflación e inestabilidad económica, buscar posibles respuestas o soluciones es inevitable. De ahí que en el último tiempo la opción de una dolarización de la economía argentina comenzó a cobrar cierta fuerza y repercusión en las redes sociales. Pero, ¿qué significa una dolarización argentina? ¿Es una buena o mala idea? Comencemos con algunas definiciones…

La dolarización es el término que se utiliza cuando un país reconoce el dólar estadounidense como moneda de curso legal junto con, o en lugar de la moneda nacional. El recurso de dolarizar la economía suele ocurrir cuando la moneda de un país está debilitada, se torna inestable y/o pierde su utilidad como medio de cambio. Dado que Argentina presenta elevados índices de inflación desde hace mucho tiempo, y la devaluación cambiaria afecta el humor de los ciudadanos, la propuesta de dolarización argentina comenzó a hacer eco. 

¿QUÉ SIGNIFICA DOLARIZAR LA ECONOMÍA?

La dolarización puede traer muchos beneficios a la economía de un país pero como todo, también tiene un costo. Por lo general, entre sus ventajas se cuenta una mayor estabilidad monetaria y económica, pero esto viene de la mano con una pérdida de autonomía en términos de política monetaria.

El fenómeno de la dolarización se da en países donde reina la inestabilidad económica. La razón principal de la dolarización es recibir los beneficios de una moneda con mayor estabilidad sobre la moneda nacional de un país. Se trata de una alternativa elegida por países que tienen alta inflación y buscan estabilizar sus niveles de precios y economías. Bajo este modelo, el dólar se convierte en la moneda oficial para el ahorro, transacciones financieras,  fijar el precio de los bienes. Algo que de por sí, viene sucediendo en Argentina hace largo rato dado el historial de alta inflación.

Recordemos que más allá de aquellos países que están oficialmente dolarizados, como Ecuador, Panamá o El Salvador, hay muchos países que, aunque mantienen su moneda oficial, tienen una forma de dolarización informal y limitada. Esto significa que los ciudadanos confían más en la moneda extranjera para mantener sus ahorros y recurren al mercado informal para hacerse de esta. Pero nuevamente: la dolarización informal es una respuesta a la inestabilidad económica y la alta inflación del país.

¿UNA BUENA O MALA IDEA?

¿Por qué en Argentina la propuesta de dolarización se ve con tanto interés? Porque la economía local experimenta una inflación exacerbada y el dólar ha sido siempre sinónimo de estabilidad. Es por eso que los ciudadanos miran con buenos ojos la posibilidad de utilizar el dólar estadounidense para realizar transacciones diarias, dado que la inflación hace que el peso, la moneda nacional, tenga un poder adquisitivo cada vez más reducido.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que al dolarizarse, el país pierde autonomía en materia económica. Esto sucede, ya que al estar dolarizado, la política monetaria pasa a depender de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Esto puede derivar en un problema, ya que puede pasar que las políticas monetarias del país del norte se establezcan para favorecer la economía local en detrimento de los países dolarizados. 

VENTAJAS DE LA DOLARIZACIÓN

Si nos basamos en la historia y teoría económica, la dolarización contribuye a una mayor integración económica de un país debido a la reducción de costos transaccionales durante el comercio, ya que ninguna de las partes necesita cambiar su moneda para comprar bienes. Si un país adopta el dólar estadounidense u otra moneda “dura”, esto favorece el comercio entre dos países o más, ya que lo hace más rápido, sencillo y económico.

Asimismo, como mencionamos anteriormente, contar con una política monetaria estable trae calma y estabilidad a economías propensas y golpeadas por la inflación. Otra ventaja de una unidad monetaria común es una política monetaria menos volátil. A los países con deudas se les ayuda con una política monetaria más estable. Esto representa una mejor alternativa que fijar un tipo de cambio, ya que es más costoso “volver” a una moneda antigua después de adoptar una moneda diferente.

En Argentina, son varios los políticos y economistas que promueven la dolarización. Uno de ellos es el economista Nicolás Cachanosky, que aseguró en declaraciones a la prensa: “No se puede renunciar a lo que no se tiene. Más importante que tener acceso a un emisor de moneda que nadie demanda, es tener acceso a la moneda que demanda el mercado”.

Por su parte, Diana Mondino, la economista y profesora universitaria también se pronunció a favor pero con reservas: “Entiendo que (la dolarización) podrá hacerse cuando se haya podido avanzar en la modernización de la economía argentina, en el que ya se reduzca el déficit fiscal y tengamos un esquema tributario que le permita a las empresas argentinas competir con el resto del mundo”

DESVENTAJAS DE LA DOLARIZACIÓN

Por más que parezca la solución a todos los problemas de aquellos países con inflación e inestabilidad económica, la dolarización de un país en detrimento de su moneda local también comprende una gran pérdida. Se pierde la libertad a la hora de tomar decisiones en materia de política económica, ya que la dolarización precisa suprimir cualquier tipo de política monetaria independiente. 

Los bancos centrales independientes, que tienen control total sobre su moneda, pueden ayudar a que el dinero circule libremente en sus países durante las recesiones para estimular la demanda agregada. Esto puede conducir a más oscilaciones potenciales en la producción económica y el desempleo.

Dentro de la plaza experta en economía de Argentina, el economista Andrés Neumeyer, la idea de la dolarización no es viable. Para él, “el tema es sumamente simple: ES IMPOSIBLE. El gobierno no tiene ni reservas ni crédito externo. Para dolarizar tiene que comprar todos los pesos en circulación. ¿Con que recursos lo va a hacer?”.

Otra detractora de la dolarización es Marina Dal Poggetto, economista y directora de ECO GO, que aseguró en diálogo con Infobae que “las soluciones mágicas no sirven y no existen y la dolarización es uno de esos caminos”. En ese sentido, aseguró que “no se puede conseguir el financiamiento para canjear la base monetaria como sostienen algunos economistas porque el país no tiene acceso a esa posibilidad de endeudamiento”.

PROTEGÉ TUS AHORROS

La historia de amor de los argentinos por el dólar viene de larga data. Incluso en el año 1999, el entonces presidente Carlos Menem intentó dolarizar la economía con el proyecto de Convertibilidad. Si bien al principio este plan logró controlar la hiperinflación, derivó en un fatídico final: corralito, recesión e innumerables daños. 

A pesar de eso, y dada la incesante inflación y devaluación del peso, los argentinos siguen eligiendo el dólar norteamericano como reserva de valor. Pero no es necesario dolarizar la economía para poder ahorrar e invertir en esta moneda. Afortunadamente, gracias al avance de las Fintech, cada vez hay más productos financieros para poder invertir y generar ingresos en dólares. Acá te contábamos sobre las distintas alternativas al “dólar colchón”.

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