Luego de las PASO y próximas las primarias, el mercado empieza a analizar el futuro de inversiones en Argentina. Hablamos con Nicolás Max, director, Asset Management de Criteria, quién se pregunta qué pasa si Argentina se convierte en tres años en investment grade, categoría de calificación crediticia que engloba varios tipos de rating, con menos probabilidad de quiebra.
“En ese caso, lo que uno hace es comparar la situación de nuestro país con los de la región que ya tienen esa calificación. ¿Cuánto pagan, cuánto rinden sus bonos soberanos? Cuando hacemos eso nos encontramos con que los rendimientos de Argentina son todavía bastante superiores.
Por tanto, consideramos que debería haber un proceso de convergencia, o sea que el riesgo país de Argentina se asimile más a los niveles que vemos en la región. Y el primer hito que tomamos en estos casos es Brasil. Pensamos que en el plazo de dos o tres años Argentina podría converger hacia esa meta”, advirtió.
“¿Qué significa esto? Que un inversor, por ejemplo, de renta fija en dólares, pueda tener retornos que se aproximen al 10% anualizado, entre apreciación de capital y devengamiento del cupón. Si el inversor acepta el riesgo de capital puede optar por esta alternativa.
Si tiene aún más aversión al riesgo, el activo que más se beneficia de la compresión de riesgo país son los activos de duración larga. Y ese activo son las acciones”.
“El tema del riesgo país tiene otras consecuencias que no sólo tienen que ver con la apreciación de los activos en el mercado financiero, sino que a mejores tasas de financiamiento del país, las empresas podrán tener esas mejoras también, por lo que sus proyectos se hacen más rentables y muchas de las inversiones que hasta ahora no se pudieron hacer comienzan a ser rentables. Esto tiene consecuencias sobre la economía real”.
“Los activos de más larga duración, por ejemplo los bonos a diez años o el bono bicentenario, suman atractivo. También nos gustan las acciones, como un activo de mayor duración”, remarcó Max.