El Banco Central respondió a un largo pedido de los bancos y dio de baja los créditos a tasa subsidiada destinados para las pymes. Al mismo tiempo, el Gobierno envió al Congreso un nuevo proyecto de ley de Mercado de Capitales con una fuerte orientación al financiamiento productivo de estas empresas.
De alguna manera, se entiende que la legislación busca trasladar el fondeo de las pymes desde el sector bancario actual hacia el mercado bursátil, conectando sus necesidades de financiamiento con una amplia gama de inversores.
En esa línea, las novedades se basan principalmente en la creación de las facturas electrónicas Mipymes con una fecha de vencimiento para su pago como si fueran un cheque. En ese sentido, se podrán descontar en el mercado.
Con este nuevo mecanismo, se busca eliminar la financiación que existe actualmente desde las empresas más grandes hacia las medianas y pequeñas. Además, otro objetivo de la ley es que las pymes puedan emitir obligaciones negociables simples para poder financiar sus proyectos.
A la vez, se buscará aumentar el volumen del mercado de capitales otorgando beneficios tributarios a las empresas que posean, al menos, un 25% de su capital flotando en la plaza. Con esta última modificación, hay expectativa que una mayor cantidad de empresas salgan a cotizar a mercado.
En paralelo a estas novedades, el BCRA quitará las líneas de financiamiento productivo que se habían aprobado en el 2012 durante la gestión de Marcó del Pont frente a esta entidad.
Esta medida obligaba a los bancos a destinar cerca de un quinto de sus depósitos a préstamos subsidiados con tasas tope de 17%. La decisión genera preocupación desde las pymes industriales, quienes advierten por un aumento vertiginoso en su tasa de fondeo al derogarse el paquete subsidiado.
Qué propone la nueva ley del mercado de capitales
En ese esquema, la nueva ley garantizaría instrumentos de financiación para las pymes que debieran ser menos costosos que los créditos de los bancos sin las tasas bonificadas, generando de hecho una migración del fondeo hacia el mercado de capitales a través de obligaciones negociables simples y descuento de facturas electrónicas.
SI bien restan definir los requisitos para acceder al financiamiento en bolsa, sería esperable se respete la simplicidad.
