El popular índice Big Mac se utiliza para medir la paridad del poder adquisitivo entre países de todo el mundo y toma como punto de referencia la popular hamburguesa de la cadena de comida rápida. Quién lo inventó y en qué consiste, te lo contamos.
Ideado por una popular revista de economía a mediados de la década de los 80, el índice Big Mac se ha convertido en un estándar global para la comparación de precios de bienes y servicios en todo el mundo. La elección de la famosa hamburguesa como punto de comparación obedece a que la misma está presente en casi todos los países alrededor del globo.
El índice Big Mac, publicado por The Economist, es una forma de medir si los tipos de cambio de mercado para las monedas de diferentes países están sobre o infravalorados. Para hacerlo, se mide cada moneda con un valor estándar, en este caso, la hamburguesa Big Mac que venden los restaurantes McDonald ‘s en todo el mundo.
Dado que la hamburguesa Big Mac es un producto que se prepara de igual manera y con los mismos ingredientes en todos lados, el argumento es que debería tener el mismo costo relativo en todos los países. Las diferencias en el costo de un Big Mac expresado en dólares estadounidenses reflejan, entonces, diferencias en el poder adquisitivo de cada moneda.
El índice Big Mac está basado en la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA), que establece que, en el largo plazo, los tipos de cambio de divisas tienden a igualar el precio de los bienes y servicios en diferentes países. Dado que un Big Mac es un Big Mac aquí o en la China, representa una “canasta de productos” ideal para medir alrededor del mundo.
HISTORIA DEL ÍNDICE BIG MAC
El índice Big Mac, también conocido como ‘Burgernomics’, fue creado en 1986 por el prestigioso medio de comunicación de economía The Economist. Surgió como una guía descontracturada que buscaba saber si las monedas del mundo estaban niveladas entre sí. Rápidamente cobró gran aceptación en todo el mundo sorprendiendo incluso a sus propios creadores.
“Burgernomics nunca tuvo la intención de ser un indicador preciso de las disparidades de la moneda, sino simplemente una herramienta para hacer que la teoría del tipo de cambio sea más digerible”, indicaron los editores de la publicación al respecto. Sin embargo, el índice Big Mac se ha convertido en un estándar mundial, es objeto de estudio y fue incluido en varios libros de texto de economía.
EN QUÉ CONSISTE EL ÍNDICE BIG MAC
El índice Big Mac se basa en la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA), una teoría económica que sostiene la idea de que el dólar debería comprar la misma cantidad de bienes o servicios en todos los países.
La paridad del poder adquisitivo es la idea de que los artículos deben costar lo mismo en diferentes países, según el tipo de cambio de ese momento. Sin embargo, la realidad demuestra que esto no siempre se cumple debido a diversos factores como por ejemplo, las tasas impositivas de cada país.
En esencia, la clave del índice Big Mac radica en demostrar que un dólar estadounidense puede comprar más en algunos países que en otros. Dado que la hamburguesa Big Mac debería ser “idéntica” en todos los países, esto permite observar las diferencias de precios.
El índice Big Mac se calcula dividiendo el precio de un Big Mac en un país por el precio de un Big Mac en otro país en sus monedas locales. El valor obtenido será el tipo de cambio. Este valor se compara luego con el tipo de cambio real. Si el valor obtenido es mayor que el tipo de cambio, entonces la primera moneda está sobrevaluada. Por el contrario, si el valor es inferior al tipo de cambio, la primera moneda está infravalorada en comparación con la segunda. Este método resulta de utilidad en países donde no se dispone de índices fiables o datos oficiales precisos.
EL CASO ARGENTINA
Si bien los ciudadanos e inversores de países con economías fuertes como Estados Unidos no le ven gran utilidad el índice Big Mac, este recurso es muy útil en lugares donde no hay índices confiables disponibles, quizás debido a estadísticas gubernamentales manipuladas o falta de datos oficiales publicados. En esos países, los inversores suelen tener dificultades para comparar la inflación al consumidor con los tipos de cambio.
Entre 2010 y 2012, muchos economistas creían que Argentina estaba modificando sus datos oficiales de precios al consumidor para alejar las miradas de su verdadera y elevada tasa de inflación. The Economist usó el índice Big Mac para encontrar que la tasa anual promedio de inflación de hamburguesas era del 19%, mucho más alta que la tasa de inflación oficial del 10% que el país comunicaba en enero de 2011. Estos conocimientos podrían haber ayudado a los inversores internacionales a tener una idea real de la inflación al tratar de valorar bonos u otros valores que responden a la inflación.
Si bien el Índice de Precios al Consumidor (IPC) es una medida clave para conocer la inflación, algunos economistas creen que ciertos bienes pueden proporcionar un indicador más preciso. En el caso del índice Big Mac, este resulta de gran utilidad aunque cabe destacar que solo contempla un artículo, lo cual da cuenta de que, si bien es muy útil, no es la verdad absoluta.
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