Las operaciones bancarias son parte de la vida de todos y cómo depositar un cheque por cajero, una de las dudas más frecuentes a la hora de resolver las operaciones del día a día. Acostumbrados al dinero en efectivo o digital, cuando un cheque llega a nuestras manos nos invade la duda de cuál es la forma correcta de cobrarlo. En este artículo te vamos a contar cómo depositarlo de manera correcta para poder cobrarlo.
QUÉ ES UN CHEQUE
Primero, algunas definiciones. El cheque se utiliza como medio de pago. Es un documento bancario que consiste en una orden de pago. Mediante la misma, el titular de la cuenta bancaria que emite el cheque habilita a otra persona/empresa, llamada “beneficiario”, a cobrar el monto que figure en el papel. En algunos casos, a partir de la fecha que indique el cheque.
CÓMO DEPOSITAR UN CHEQUE POR CAJERO
Depositar un cheque por cajero automático es posible tanto para terminales de la red Link como Banelco. Algunos cajeros permiten realizar la operación con tarjeta de débito y otros requieren el uso de un sobre para realizar el depósito.
En caso de que el depósito se realice con tarjeta de débito se solicita ingresar los datos personales en el cajero automático para acceder a la cuenta, luego elegir la opción “depósito de cheques” y seguir los pasos que indica la pantalla hasta culminar el proceso.
En el caso del sobre, lo ideal es escribir en el exterior del sobre el número de cuenta, nombre y apellido. A continuación se debe ingresar el CBU de la cuenta destinataria del depósito. En algunos casos, según el cajero automático, es necesario ingresar el número de DNI para comprobar tu identidad.
Un punto importante a tener en cuenta es que solo se pueden depositar cheques que hayan sido endosados por el titular de la respectiva cuenta, y la misma debe estar habilitada desde hace 180 días como mínimo.
Otro dato importante a saber es que a todos los cheques depositados se les cobra el impuesto al cheque, incluyendo al cheque electrónico. El impuesto a los débitos y créditos bancarios, alcanza una alícuota del 0,6% en cada cambio de manos del dinero en los bancos.