BRICS es un acrónimo que hace referencia a un grupo de cinco naciones: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Esta alianza, inicialmente conocida como BRIC en su fundación en 2001, representa una asociación de economías emergentes que comparten intereses y desafíos comunes en el ámbito económico, político y global. La inclusión de Sudáfrica en 2010 cambió el acrónimo a BRICS.
BRICS representa una coalición de países con características económicas y geográficas diversas, pero con objetivos comunes: el desarrollo sostenible, la promoción del comercio internacional, la reducción de la pobreza y una mayor influencia en la toma de decisiones globales. Con el tiempo, el grupo también ha avanzado hacia cuestiones políticas, de seguridad y medioambientales.
BRICS: qué es y de donde surge
La historia de BRICS se remonta al año 2001, cuando Jim O’Neill, economista jefe de Goldman Sachs, acuñó el término “BRIC” para referirse a Brasil, Rusia, India y China, cuatro naciones con alto potencial de crecimiento. En 2010, Sudáfrica se unió al grupo, ampliando su influencia geopolítica.
Durante los años de auge de los mercados emergentes, entre 2003 y 2007, estos países llegaron a contribuir con el 65% del crecimiento global del PBI. Hoy, su peso económico sigue siendo importante: el bloque representa cerca del 33% del PBI global medido por paridad de poder adquisitivo, superando al G7, y abarca casi la mitad de la población mundial.
A lo largo de los años, BRICS también ha fortalecido instrumentos de cooperación como el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), conocido como el “banco de los BRICS”, que financia proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible. La expansión de la cooperación a sectores estratégicos como energía, tecnología, defensa y cambio climático refleja el alcance creciente del grupo.
La expansión del BRICS: ¿Argentina quedó afuera?
En agosto de 2023, durante la cumbre de BRICS celebrada en Johannesburgo, se anunció la ampliación del bloque con seis nuevos países invitados a unirse a partir del 1 de enero de 2024: Argentina, Irán, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos.
El gobierno argentino de entonces, liderado por Alberto Fernández, celebró la invitación como un logro diplomático y una oportunidad para diversificar las relaciones comerciales y geopolíticas del país. Sin embargo, esa inclusión no se materializó.
Tras el cambio de gobierno en diciembre de 2023, el presidente Javier Milei rechazó formalmente el ingreso de Argentina a los BRICS. En línea con su postura de alineamiento con Estados Unidos e Israel y de distanciamiento de gobiernos autoritarios, Milei consideró que la pertenencia al bloque no representaba una ventaja estratégica para el país. La decisión fue comunicada oficialmente a los miembros fundadores, dejando sin efecto el ingreso previsto.
Más allá de la economía
Aunque la economía ha sido un pilar fundamental de BRICS, su alcance es mucho más amplio. Las cumbres y encuentros entre estos países han fortalecido su posición como un espacio para el diálogo y el consenso en asuntos que van más allá de lo económico. Abordando cuestiones políticas, de seguridad y desarrollo sostenible. La expansión de la cooperación a sectores estratégicos, como la agricultura, la energía y la tecnología, refleja su compromiso con la diversificación económica y la innovación.
Un capítulo que no se cerró del todo
A pesar del rechazo oficial, la posibilidad de un acercamiento futuro no está completamente descartada. El bloque BRICS continúa promoviendo la multipolaridad en un escenario global cada vez más fragmentado, y su expansión demuestra interés por consolidarse como una alternativa al orden liderado por Occidente.
Argentina, por su parte, mantiene relaciones bilaterales activas con varios miembros del grupo, como Brasil, su principal socio comercial. Si el contexto político cambia o si surgen nuevas oportunidades de cooperación concreta, no se puede descartar una revisión de esta postura.
Argentina en BRICS: qué se puede esperar
La presencia de Argentina en BRICS no solo aporta una dimensión regional al grupo, sino que también tiene implicaciones globales. El bloque, que ya representa una parte significativa del PIB global, las exportaciones y las importaciones mundiales de bienes y servicios, se expande para abarcar más perspectivas y recursos. Esto no solo fortalece la posición de Argentina, sino que también brinda nuevas oportunidades para la cooperación económica y política entre los miembros.
Además, la inclusión de Argentina en BRICS no solo es una cuestión económica, sino que también tiene implicaciones políticas y de seguridad. Argentina encuentra un respaldo en los países de BRICS en su reclamo de soberanía en la Cuestión Malvinas, lo que destaca la importancia de esta alianza en la búsqueda de soluciones pacíficas y negociadas en los conflictos internacionales.
En conclusión, el ingreso de Argentina en BRICS representa un paso estratégico impulsado por la diplomacia y el compromiso con la cooperación internacional. Esta inclusión marcaría un nuevo capítulo en la evolución de esta alianza de economías emergentes. Sin embargo, quien sea el próximo presidente de la Nación tendrá la última palabra.
Conclusión
La historia entre Argentina y BRICS muestra cómo las decisiones de política exterior están profundamente influenciadas por los gobiernos de turno. Lo que en 2023 parecía un paso inevitable hacia una mayor integración con las potencias emergentes, se convirtió en 2024 en un caso testigo de cómo las prioridades geopolíticas pueden cambiar radicalmente.
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