Durante décadas, ahorrar en dólares fue casi una reacción automática para cualquier argentino que quisiera resguardar sus ahorros. Frente a cada crisis, el dólar parecía la tabla de salvación. Pero en un contexto donde los cambios económicos son cada vez más vertiginosos, hoy esa costumbre está empezando a mostrar sus límites.
En este escenario, muchas personas comienzan a hacerse una pregunta clave: ¿seguir acumulando dólares o empezar a invertir?
El dólar como refugio: una costumbre que necesita revisión
Históricamente, el dólar fue la herramienta más popular entre los argentinos para protegerse de la inflación y la inestabilidad económica. La fórmula era simple: ahorrar en dólares equivalía a conservar valor.
Pero ya no estamos en el mismo contexto. A mediados de 2025, la inflación global está más contenida, pero los precios en Argentina siguen siendo un desafío. Mientras tanto, el dólar oficial y el financiero evolucionan sin una lógica clara, y las expectativas de devaluación ya no se traducen necesariamente en ganancias para quien atesora billetes. De hecho, en muchos casos, mantener los ahorros “dormidos” en dólares significa perder poder adquisitivo frente al avance de la inflación local.
El dinero quieto pierde valor
Guardar los dólares debajo del colchón o en una cuenta sin rendimiento puede dar tranquilidad, pero no genera crecimiento. El problema no es la moneda, sino la quietud. Tener los ahorros parados, aunque sea en una divisa fuerte, no es suficiente en un mundo donde la inflación y los cambios económicos afectan a todas las monedas, incluso a las más estables.
La verdadera pregunta no es en qué moneda ahorrar, sino cómo hacer que ese dinero trabaje para vos.
Invertir: la clave para que tus ahorros crezcan
Invertir implica asumir cierto riesgo, sí. Pero también es la única manera de buscar rendimientos reales, superar a la inflación y acercarte a tus objetivos financieros. Incluso quienes tienen un perfil más conservador pueden encontrar alternativas que ofrezcan rendimiento sin sobresaltos. Y para quienes ya cuentan con un fondo de emergencia y una disciplina de ahorro, el siguiente paso lógico es invertir.
Hoy existen opciones para todos los perfiles: instrumentos que permiten diversificar, obtener ganancias en dólares, y hacerlo de forma sencilla y accesible, incluso desde una app.
Aprender a invertir también es invertir
La educación financiera es el punto de partida. Saber cómo funciona una inversión, cómo se gestiona el riesgo o cómo diversificar correctamente puede marcar la diferencia entre cuidar los ahorros o verlos desaparecer lentamente. Por eso, el mejor primer paso no siempre es mover el dinero, sino formarse.
Desde Central de Fondos impulsamos la educación financiera como una herramienta para que más personas puedan tomar decisiones informadas, conscientes y alineadas a sus metas personales. Porque no se trata solo de tener dinero, sino de saber qué hacer con él.
Mucho más que resguardo: construir un futuro
El mundo cambió, y la manera de proteger el patrimonio también. Ya no alcanza con poner el dinero a salvo: hay que ponerlo en movimiento. Invertir no es solo una estrategia financiera, es una decisión de futuro.
Dejá atrás el miedo a perder y empezá a pensar en ganar. Conocé tu perfil de inversor, accedé a herramientas simples y confiables, y animate a dar el paso. Porque en un país como Argentina, donde el tiempo y la inflación no perdonan, la mejor defensa no es el ahorro en dólares: es la inversión inteligente.
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