El blanqueo de capitales ha sido un tema recurrente en la economía argentina. Este ofrece a individuos y empresas la oportunidad de regularizar fondos no declarados y ponerlos en línea con el sistema financiero formal. Este mecanismo, que en muchos casos es visto como una medida controvertida, ha sido empleado por diversos gobierno. El objetivo: atraer inversiones y aumentar la recaudación tributaria. En el contexto actual, Argentina se prepara para una nueva edición del régimen de blanqueo. El mismo busca captar fondos provenientes del exterior y del mercado local, ofreciendo incentivos fiscales y legales a quienes decidan declarar sus activos.

El reciente régimen de regularización de activos propuesto por el gobierno de Javier Milei, ha generado un amplio debate entre los contribuyentes argentinos. Este blanqueo de capitales ofrece tasas impositivas que van del 0% hasta un 15%. Esto dependerá del monto y el tiempo en que se realice la declaración. Aunque parece atractivo, muchas personas se preguntan si es la mejor opción y cuáles son los requisitos para acceder a este régimen.

¿Qué es el Blanqueo de Capitales?

El blanqueo de capitales, en términos simples, es un proceso mediante el cual personas físicas o jurídicas pueden declarar activos no declarados previamente ante las autoridades fiscales. Ya sean en efectivo, bienes o inversiones, y así regularizar su situación impositiva. A cambio, el Estado ofrece un marco legal que exime a los contribuyentes de sanciones y penalidades que normalmente se aplicarían por la falta de declaración de dichos fondos.

Este mecanismo busca, entre otros objetivos, incentivar la repatriación de capitales y promover una mayor formalización de la economía. En Argentina, el blanqueo de capitales ha sido utilizado en diversas ocasiones, siendo uno de los más recordados el régimen de sinceramiento fiscal implementado en 2016, que logró captar más de 116 mil millones de dólares, una cifra récord para el país.

Blanqueo en la era Milei

El reciente régimen de regularización de activos propuesto por el gobierno de Javier Milei, ha generado un amplio debate entre los contribuyentes argentinos. Este blanqueo de capitales ofrece tasas impositivas que van del 0% hasta un 15%, dependiendo del monto y el tiempo en que se realice la declaración. Aunque parece atractivo, muchas personas se preguntan si es la mejor opción para su planificación patrimonial y cuáles son los requisitos para acceder a este régimen.

Este régimen se enmarca en la ley 27.743, la cual establece “Medidas fiscales paliativas y relevantes”. En un contexto de alta carga tributaria y restricciones a la circulación de capitales, como el cepo cambiario, esta iniciativa busca incentivar a aquellos que poseen bienes no declarados a regularizar su situación.

Las tasas impositivas son un aspecto destacado de este régimen. En la primera etapa, que se extiende hasta el 31 de octubre de 2024, los contribuyentes pueden abonar una alícuota del 5% sobre el excedente de US$100,000. Las etapas posteriores verán incrementos en estas alícuotas, alcanzando hasta el 15% para 2025.

¿Quiénes pueden acceder al blanqueo de capitales?

El blanqueo está destinado a una variedad de contribuyentes, que incluyen individuos, sucesiones indivisas, y empresas legalmente constituidas en Argentina. La norma es inclusiva y permite a aquellos considerados residentes fiscales argentinos hasta el 31 de diciembre de 2023, regularizar sus activos. También a individuos que han perdido esa condición.

Sin embargo, hay restricciones. No podrán acceder al blanqueo los funcionarios públicos o sus familiares. Tampoco quienes hayan estado en estado de quiebra, o quienes hayan sido condenados por delitos relacionados con obligaciones tributarias.

¿Qué se puede blanquear?

El tipo de activos que se pueden blanquear es muy amplio. Desde inmuebles, acciones de sociedades anónimas, cuentas bancarias, hasta criptomonedas y obras de arte. Esto representa una oportunidad única para aquellos que han acumulado capitales en efectivo. Ya que se puede blanquear dinero en efectivo durante la primera etapa a una tasa de 0%, siempre y cuando se mantenga inmovilizado en el sistema por un año y medio. 

La AFIP establece que los billetes deben ser depositados en una Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA), que, teóricamente, no está sujeta a impuestos al cheque ni a ingresos brutos, y es inembargable. Sin embargo, existen dudas sobre la viabilidad de estos beneficios, lo que lleva a muchos a cuestionar la conveniencia de participar en el blanqueo.

Reflexiones sobre la oportunidad de blanquear

La decisión de participar en el blanqueo es muy personal. Para aquellos que enfrentan incertidumbres sobre su situación financiera, este blanqueo puede ser una oportunidad para mejorar la gestión de su patrimonio y así procurarse paz y tranquilidad.

Algunos individuos podrían estar considerando el blanqueo debido a situaciones específicas. Como aquellos que están atravesando un proceso de sucesión y desean evitar que sus herederos enfrenten complicaciones para acceder a los bienes en el exterior en el futuro. También hay quienes han estado operando en el mercado informal y buscan regularizar sus transacciones.

En otro orden de las cosas, este régimen puede ser especialmente beneficioso para los monotributistas, ya que declarar un ingreso o activo no implica perder su categoría. Esto permite a quienes no han estado declarando ingresos significativos aprovechar el blanqueo sin temor a recategorizaciones desfavorables.

Desafíos en la implementación

A pesar de sus beneficios, el blanqueo de capitales no está exento de críticas. Algunos especialistas han señalado “desprolijidades” en la reglamentación que podrían desalentar la participación. Por ejemplo, la discrepancia entre la ley y la reglamentación en relación con los montos que pueden blanquearse ha generado confusión. También se han señalado contradicciones sobre si las cuentas abiertas para el blanqueo son embargables o no.

Además, si bien el régimen promete ser competitivo, expertos advierten sobre el riesgo de que las ganancias obtenidas después del blanqueo estén sujetas al impuesto a las ganancias, lo que podría resultar en una carga impositiva similar a la que se busca evitar.

Conclusión

El blanqueo de capitales representa una oportunidad para ingresar al circuito financiero formal. A través de empresas como Central de Fondos, accedés a diversos instrumentos de inversión para construir un portafolio diversificado, que te permitirá optimizar el capital declarado. La app de Central de Fondos ofrece acceso a portafolios personalizados, diseñados por expertos en finanzas. Estos pueden incluir inversiones en bonos, acciones y CEDEARs y fondos comunes de inversión, entre otros, tanto en Argentina como en mercados internacionales. Además, en Central de Fondos, contamos con una oferta educativa completa y accesible, que ayuda a los usuarios a tomar decisiones informadas y a mejorar sus conocimientos financieros.

Así, como hemos visto, el blanqueo es una herramienta clave en el panorama económico actual. Con beneficios tanto para el Estado como para los contribuyentes que buscan regularizar su situación fiscal. Sin embargo, es fundamental contar con un plan de acción sólido y asesoramiento experto para maximizar los beneficios de este régimen. En este sentido, Central de Fondos se posiciona como el socio ideal para quienes desean invertir de manera inteligente y acceder a los mejores instrumentos del mercado. Con nuestra aplicación moderna accesible y nuestro fuerte compromiso con la educación financiera, CdF es el mejor aliado para lograr finanzas saludables y un futuro financiero estable. Coordiná hoy un llamado y conocé más.

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